30 Diciembre, 2023
Nuestras mejores lecturas de 2023
Porque todo corrector de textos que se precie de tal ha de comenzar (y continuar) siendo un lector empedernido y porque en Lapsus Calami también leemos por placer, hoy compartimos nuestras mejores lecturas de este 2023 que se acaba. Por supuesto, nuestros placeres lectores son personales, subjetivos y arbitrarios, pero aprovecharemos cualquier excusa para conversar sobre libros. Sin un orden específico, esto es lo mejor que hemos leído en este año.
“Alias Grace”, de Margaret Atwood
Leer a esta señora es siempre un placer y, aunque este año también pasó por nuestras retinas “Por último, el corazón”, “Alias Grace” se lleva la mención de honor. Basado en la historia real de Grace Marks, una joven irlandesa acusada de asesinar al patrón al que servía como empleada doméstica, y a su ama de llaves y amante, que fue absuelta de la horca en un bullado caso judicial. Esta novela histórica no te responde las preguntas que ya no encontrarán respuesta alguna, pero te lleva a explorar la vida de Grace, sus experiencias y sus perspectivas. Y la fatuidad de la vida de los hombres acomodados en la época, digamos todo.
La trilogía comúnmente llamada “El problema de los tres cuerpos”, de Liu Cixin
La cantidad asombrosa de ideas que incorpora Liu Cixin en esta trilogía te deja la mente ocupadita y efervescente por varias semanas. Siempre es rico cuando una obra logra ese efecto y la experiencia se atesora. Cuando estás lavando la loza, dos semanas después de terminar tu lectura, y te encuentras discutiendo contigo mismo la hipótesis del granjero y el tirador. Esa es una de las mejores experiencias que te puede dejar un libro, en nuestra humilde opinión.
“El adversario”, de Emanuel Carrère
Tirarle flores a Carrère suena a cliché a esta altura, pero vamos a sumarnos, tardíamente, a la fanfarria aquí. Este señor tiene una cierta habilidad para invitarte a explorar las mentes profundamente perturbadas, algo de lo que hace gala también en “El bigote” y en “Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos”, su biografía de Philip K. Dick. Hay quienes critican “El adversario” por su incapacidad para explicar los sucesos que allí se relatan, pero en esto reside, en nuestra opinión, el mayor logro de la obra: una comunión profunda en la absoluta perplejidad entre el autor y el lector. Nadie puede explicar por qué sucedió lo que sucedió. Nadie puede siquiera explicar por qué no es posible explicarlo.
“The Sparrow”, de Mary Doria Russell
Por razones que nos eluden, no hay edición en español. Mira, esta no es la mejor historia que vas a leer en tu vida, pero la premisa es insuperable: estamos ante una situación de primer contacto con una raza extraterrestre donde quienes establecen ese primer contacto son los especialistas en primeros contactos, los jesuitas. Hay otra cosa que la autora hace muy bien, que es la narración a dos tiempos. La historia podría ser mejor, sí, pero la premisa, insistimos, casi que es suficiente para movilizar un buen relato. Eso sí, esto no es tanto ciencia ficción, sino que más bien cae dentro de esa categoría, un tanto vaga, de “literatura especulativa”.
“Cumbres Borrascosas”, de Emily Brönte
No hay mucho para decir acá. Todos los años se hace un esfuerzo por leer algunos clásicos y concluir: “Ah, ahora entiendo por qué este es un clásico”.
“Dandelion Wine”, de Ray Bradbury
Seguramente aquí éramos nosotros los ignorantes, pero jamás nos habíamos topado con un Bradbury fuera de la ciencia ficción. Y, bueno, qué bien escribe este hombre. En “El vino del estío” te invita a explorar su infancia más o menos ficcionalizada, aunque no es fácil determinar en qué medida. Como sea, te deja con ganas de aprender a fermentar dientes de león, esa plantita de flores amarillas (¡comestible!) que crece en todos los jardines como maleza.
“All my cats”, de Bohumil Hrabal
Es mejor que leas este breve libro sin haber leído lo que vamos a decir a continuación, pero tenemos que escribirlo de cualquier manera para justificar la inclusión de esta obra en esta lista. Deja de leer aquí. Ahora te arriesgas. Este es un libro sobre nuestra habilidad para hacerles una cantidad de daño inconmensurable, sin enmienda posible, sin marcha atrás, a los seres que más amamos en el mundo. Eso. No es poco. Se publicó en español como “Mi gato Autíčko”. (Se debe considerar antes de empezar a leer que el relato incluye violencia contra los animales).
“Mi abandono”, de Peter Rock
Este texto es perturbador, ambiguo y perturbador otra vez. Se gana un lugar en esta lista por tratar de una forma trágicamente exquisita un tema habitual pero no por ello trillado: somos, en mayor medida de lo que nos gustaría admitir, lo que las circunstancias hacen de nosotros.
“Fingersmith”, de Sarah Waters
Publicado en español como “Falsa identidad”, esta historia es muy bella, triste y bella, y está contada de manera precisa y preciosa. A nosotros nos pareció un saludo bastante explícito al clásico “La dama de blanco”, de Wilkie Collins, con bastantes elementos en común, pero en una reversión femenina (y feminista) hermosa. Como si la hubieran dejado a la Marian Halcombe tomarse del todo la pluma.
“Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros”, de John Steinbeck
Lo mejor de este libro no es la reconstrucción, incompleta, que Steinbeck dejó de las crónicas artúricas, sino el hecho de que la edición existente incluye un apéndice epistolar que reúne las cartas que el autor les envío a otras personas involucradas en el proyecto. En esas misivas describe su visión, sus propósitos, sus frustraciones, sus perspectivas sobre la literatura. Una verdadera joyita, no apta para los saltadores crónicos de anexos y prólogos (o sea, nosotros).
“Piranesi”, de Susanna Clarke
También ya muy aclamado, este relato destacó para nosotros quizás no tanto por la historia en sí, sino porque está preciosa y minuciosamente construido. Es una de esas obras en las que, en la medida en que avanzas, entiendes más y menos al mismo tiempo, y esa perplejidad es deliciosa.