16 Noviembre, 2022

El uso impersonal de haber: ¿“haya habido” o “hayan habido”?

Un error frecuente, visto casi a diario en la prensa, es la pluralización del verbo haber cuando se lo utiliza en oraciones impersonales. Las oraciones impersonales en español son oraciones que carecen de sujeto, ya sea expreso o tácito. Así, la acción que expresa el verbo no es atribuible a ninguna entidad en particular. Un ejemplo de este tipo de oraciones son las que expresan fenómenos meteorológicos: Está lloviendo. No obstante, son aún más frecuentes las oraciones impersonales construidas con haber, puesto que son las que se habitualmente se utilizan en español para dar cuenta de la existencia de algo: Hay cuatro quesos, Hubo cinco carreras en la competencia.

El presente versus el pasado

A menudo, decíamos, se encuentra uno con que el verbo ha sido pluralizado en estas construcciones, lo cual acusa una redacción no cuidada de los textos en cuestión. Este error, no obstante, no suele cometerse cuando se escribe una oración en presente. ¿Por qué? Pues sencillamente porque la forma impersonal de haber para el presente es demasiado frecuente y distintiva: hay. De igual modo, no hay otro “hay” que sirva para otras funciones en la lengua.

No ocurre lo mismo cuando se utilizan otros tiempos verbales; por ejemplo, en pasado. Así, las diferencias entre oraciones como Las flores habían despertado al amanecer y Había muchas flores aparecen como más sutiles en la lengua cotidiana. Sin embargo, en el caso de la segunda oración, el verbo haber cumple un rol diferente y, por tanto, no se considera correcto formular esta oración en plural: *Habían muchas flores.

La norma culta

Si bien el uso del verbo haber en plural para su función impersonal se encuentra cada vez más a menudo, sobre todo en la prensa, la norma culta no recomienda su utilización. En efecto, el Diccionario panhispánico de dudas, de la Real Academia Española, señala que “Aunque es uso muy extendido en el habla informal de muchos países de América y se da también en España, especialmente entre hablantes catalanes, se debe seguir utilizando este verbo como impersonal en la lengua culta formal, de acuerdo con el uso mayoritario entre los escritores de prestigio”.

Sintaxis

La razón de que el verbo haber deba permanecer en singular en las oraciones impersonales reside en la propia sintaxis de la lengua. En el sistema gramatical de nuestra lengua, el español, el verbo indica la persona y el número (entre otras cosas) de quien realiza la acción. Así, en una oración como “Las mujeres compran pan”, la partícula (el “morfema”, dicen los lingüistas) -n indica tercera persona del plural. En consecuencia, si nos encontramos con la oración “Compran pan”, ya sabremos, al menos y porque nos lo dice el verbo, que el sujeto de esta oración es plural y es una tercera persona (“ellos” o “ellas”).

Sin embargo, y como hemos dicho ya, en el caso de las oraciones impersonales no hay sujeto y lo que sigue al verbo haber es, en rigor, un objeto directo. Sigamos con los panificados y digamos, por ejemplo, que nos topamos con la oración “Había pasteles”. No podemos decir que “Los pasteles habían”, ¿cierto? “Los pasteles” no son el sujeto, sino simplemente el objeto directo. Y, en español, el verbo no se concuerda con el objeto directo. Si este fuera el caso, en nuestra oración de ejemplo anterior: “Las mujeres compran pan”, deberíamos decir “Las mujeres compra pan”, puesto que aquí el objeto directo es “pan” y es singular. ¿Ven que no funciona?

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